Dulce Perdición | Capitulo 3

- Agente J- dijo riendo aun en sus brazos
- Un placer verte de nuevo Agente K- respondió Jack mientras la dejaba en el suelo
Kim sonrió, se giró hacía Taylor, sonrió al verlo, estaba igual que la ultima vez que lo vio.
- Agente T- sonrió y se lanzo a sus brazos pero no con tanta efusividad que con Jack, ya que Jack era todo musculo y Taylor era Husos y músculos
- Me alegro tantísimo de que estés aquí , K - dijo el y la besó en la mejilla mientras seguía abrazándola
- ¿No me vas a presentar a los dos buenorros? - preguntó Soni, apareciendo de repente con su maleta y la de Kim
- Soy Jack - dijo el antes de que Kim hiciera las presentaciones oficiales.- y tu debes ser la famosa Zanahoria- sonrió
- En realidad Sonia pero me llaman Soni- contestó Soni- pero por ser quien eres dejaré que me llames así pero no en publico- rió
- Por supuesto -contesto esta vez Taylor ya habiendo soltado a Kim- Soy Taylor- dijo el mientras abrazaba a Soni- Kim nos a hablado muchísimo de ti y me encanta tu color de pelo
- Gracias- contestó Soni
 - Bueno, bueno- interrumpió Kim- ¿Nos vamos a quedar aquí todo el día? o ¿continuamos hablando de camino al coche? no se, es una pequeña sugerencia
- Tienes toda la razón K- dijo Jack- ademas estoy seguro de que no as dormido casi nada y querrás llegar a tu casa, ya que mañana nos espera un día largo
- ¿Y eso? -preguntó ella, sabía que harían cosas mañana pero igualmente tenía curiosidad
- He limpiado tu tabla de Surf, así que mañana por la mañana toca sesión de Surf
- ¡Si!- gritó Kim- Ups- murmuró al ver que la gente la miraba- Dios hace tanto que no lo hago, tengo tantas ganas- dijo en tono normal pero con felicidad, miró a Taylor- ¿Y tu ya as aprendido?
- No- dijo negando con la cabeza- Ya sabes que yo soy de estarme en la playa pero no de entrar al mar- rió y miró a Soni- Tu eres así también ¿Cierto?
- Cuanta razón tienes, yo soy de una toalla, crema, gafas de sol, una coca cola bien fresquita y a tomar el sol- rió
- Aburridos - bromeó Kim- pues vosotros mañanas tenéis sesión de Sol y J y yo tenemos sesión de olas
- Trato  - dijeron Soni, Taylor y Jack a la vez lo que hizo que todos se rieran

Fueron hablando y riendo, mientras se dirigían al mercedes descapotable de Taylor. Al rato, un rato algo largo la verdad llegaron a un apartado de departamentos privado que se encontraba al lado de la playa, era aproximadamente de 15 pisos, con piscina privada, spa, gimnasio, jardines, pistas de tennis-padel, un parque para los mas peques, aunque por la noche se llenaba de adolescentes, y un acceso privado para la playa, todo lujo. Soni silbó nada mas verlo, ella sabía que su amiga Kim tenía dinero y que sus padres por supuesto támbien, pero nunca había entrado en un lugar tan caro pero se imaginaba que aquellos tres ya estaban acostumbrados. Taylor y Jack vivían en la planta 12 y Kim en la ultima planta aunque pasar ser mas exactos, era la planta 14 ya que la planta 15 era como un segundo piso para el ultimo apartamento. Cada piso estaba dividido en dos o como mucho tres apartamentos, los diez primeros eran de 3 y los cinco últimos de 2, eran los mas caros, sobretodo el ultimo porque constaba con dos pisos.

Se despidieron de T y J, y quedaron en salir a la mañana siguiente a las 6 am, cuando amaneciera, a Soni no le agadaba la idea, pero acepto porque Taylor le aseguró de que no se arrepentiría diciéndole de que estaría lleno de sexys surfistas, Kim en cambio le encantaba la idea.

Nada mas entrar en el apartamento de Kim, Soni tenía la mandíbula por los suelos, ciertamente era un lugar impresionante. Era un piso desnivelado, a aproximadamente cinco pasos de la entrada había un escalón que daba a un impresionante salón, con dos sofás negros y dos pequeños individuales negros, una gran televisión plana a un lado con estanterías repletas de libros, con un gran escritorio apoyado sobre una pared entera de cristal con vistas al mar y una gran mesa de comedor de madera para casi 12 personas de color caoba y asientos a juego, todo conectado a una cocina abierta al lado izquierdo con una barra para desayunar, una isla en el centro, una nevera de 2 puertas, y a la esquina de la derecha, en el lado del salón habían dos puertas y una escalera de caracol.

-Guau- murmuró Soni
- Lose
- ¿Y este lugar es tuyo?
- Ahora si, en su momento fue el piso de soltero de mi padre, nunca quiso venderlo
- Me imagino el porque
- Lose
- Dios chica, no entiendo porque pudiendo vivir con tanto lujo en Madrid tienes un apartamento de lo mas normal, incluso mas pequeño que el mío
- Porque el lujo realmente no me interesa- dijo cerrando la puerta tras de sí, dejando las llaves sobre un mueble de cajones a la izquierda de la puerta.
- Podría acostumbrarme a vivir así- dijo riendo mientras se acercaba a uno de los sofás
- No es difícil
- Y que lo digas, y bueno ... ¿Donde duermo?
- En el sofá- bromeó
- No hablarás enserio ¿cierto?, con tanto lujo y siendo esto de dos pisos no me digas que no tienes habitaciones de invitados
- La verdad es que hay dos- dijo mientras se acercaba a una de las dos puertas que estaban al lado de una escalera de caracol - La puerta de la izquierda  - la señaló - da a un baño, yo lo uso cuando vuelvo de la playa y no dejar todo sucio hasta mi habitación, y la de la derecha- la señaló también - da a un pasillo con 3 puertas- Soni se acercó y la abrió- una da a lo que teóricamente es un despacho, pero como mi escritorio con mis papeles y tal lo tengo en el salón, la uso como sala de dibujo, aunque hace siglos que no dibujo
- ¿Dibujas?- preguntó Soni, aun alucinada por el lujo del piso
- Creí que te lo había contado- murmuró- ¿recuerdas aquel diseño para los Marquez? la boda en la playa, que había un boceto de representación del diseño de como quedaría todo ... ¿lo recuerdas?- Soni asintió- Lo hice yo
- No jodas- casi gritó- pero aquel dibujo era IMPRESIONANTE- ahora si gritó
- ¿Seguro que no te lo dije? juraría que te lo dije
- No que yo recuerde- murmuró- Sabes que mi memoria es como la de Dori de Buscando a Nemo- rió
- Bueno, pues ahora ya lo sabes, y ahora quedan dos habitaciones restantes, ambas son habitaciones de invitados con sus baños correspondientes, puedes escoger la que mas rabia te de- sonrió
- ¿Y la tuya?- preguntó curiosa. Kim señaló con el dedo hacía arriba- No jodas,¿ todo el piso de arriba es una habitación?
- No realmente, en un principio si, pero era una gran exageración que fuera tan grande, así que convertí la mitad en algo parecido a una terraza y jardín, con plantas, una mesa con sillas. césped artificial, y tal, yo la uso cuando deseo relajarme o tomar el sol sin estar rodeada de gente y ...
- Quiero verlo- le cortó Soni
- ¿No quieres elegir antes tu cuarto?
- No, quiero ver mi santuario de tomar el sol antes

Kim rió y salió hacía el salón-cocina, comenzó a subir la escaleras de caracol, le encantaban ese estilo de escalera, le recordaban a los cuentos de princesas, a los castillos con sus torres y sus escaleras de caracol, le encantaban, aunque mas de una vez se había metido un buen leñazo bajándolas a toda velocidad o subiéndolas borracha cuando volvía de alguna fiesta años atrás, sonrió al recordarlo.

Al llegar a la parte superior de la escalera, no daba a ninguna puerta, daba directamente a una habitación increíblemente grande, a un lado toda la pared era de cristal que daba a una gran terraza del mismo tamaño de la habitación, y paralelamente a esa pared de cristal, al otro lado de la habitación había otra pared de cristal, pero con vistas a los Angeles, de noche las vistas eran preciosas. Al fondo de la habitación, en el centro, apoyada en lo que era un impresionante cabecero contra una pared que parecía que sobresalía, había una impresionante cama tamaño King, que probablemente cabrían 4 personas, incluso mas. Tenía dos mesillas de madera negra a cada lado, a un lado de la habitación, donde realmente había pared y no cristal, habían mas estanterías con una televisión en medio, casi igual que en salón, pero quedaba justamente enfrente de la cama.

- ¿Qué es esa pared allí que parece que sobresale?- Preguntó Soni curiosa, cuando había logrado salir de la impresión que le daba aquella habitación
- El vestidor  y el baño- contestó y caminó por un lado de la cama para dirigirse a la parte de atrás.
No había puerta, pero daba a una sala alargada, parecía un pasillo, pero era mas ancho, rodeado de ropa y ropa, con espejos a un lado y en el suelo una alfombra blanca.

Kim escuchó como Soni murmuraba un "Guau". En la mitad del vestidor había una puerta corredera, Soni la abrió, daba a un amplio baño, con una bañera-jacuzzi, una ducha de pie, la cual era increíblemente moderna que tenía radio, y estaba conectada al teléfono fijo por si llamaban e incluso a telefonillo de la casa, tenía una especie de cómoda con el grifo, un cristal increíblemente grande y su inodoro. El baño en realidad no era de esos increíblemente grandes que pueden haber 15 personas, pero era grande. Tenía un desagüe en el centro, y el suelo estaba levemente inclinado hacía el, ya que mas de una vez derramando agua por la bañera el baño acababa empapado por lo que Kim decidió añadirlo, y por ultimo y no menos importantes una ventana, no muy alta pero si muy ancha que cubría casi la misma longitud que la bañera que daba al mar y a la ciudad.

- Enserio, guau
- Pues tu baño no se queda corto
- ¿Enserio? ¿tengo una de esas super duchas modernas?
- Jajaja - rió - la verdad es que no, pero tienes una  bañera que parece mas un jacuzzi, redonda y un armario lleno de sales de baño de diferentes olores, y una ventana con estas mismas vistas
- ¿Ambas habitaciones tienen estás vistas?
- No
- Voy a elegirme la de las vistas- gritó mientras salia corriendo para escoger habitación

Kim quedó sola, se volteó, se miró al espejo y suspiró, esta casa, su casa de vacaciones se sentía grande - ya que lo era- y solitaria, pero le alegraba que Soni estuviera con ella. Se fijó en su cuello, y se cabreó, no podía creer que se dejara llevar por aquel hombre, no estaba dispuesta a hacerlo otra ver, no se fiaba de ellos, por lo que decidió que si le volvía a ver le cruzaría la cara, y le dejaría la marca de su mano en su mejilla, para que recordara que no se jugaba con Kimberly Sanders Torres.
Paso el resto del día durmiendo, casi no durmió en el viaje y ni sabía que hora era, tenía el reloj corporal aun puesto en la hora española, y ni siquiera se preocupó, sabía que J la llamaría cuando el se despertara para ser su despertador, como siempre que estaba ella aquí había sido cuando llegaba y su reloj interior estaba descontrolado. No supo mucho de Soni antes de dormir, supuso que estaba cotilleando por la casa, tomando el sol en la terraza o disfrutando de un largo baño. Al final acabó dormida

...

Al día siguiente lo pasó de lujo en la playa, no se había olvidado de como surfear, pasó con J dos horas, incluso mas en el mar, peleando por las olas entre ellos y con otros surfistas, cuando ella surfeaba el resto la animaba, amaba surfear y amaba los Angeles. T y Sonia estuvieron tomando el sol como cosacos, bebiendo coca cola y mojitos, mientras hablaban y a ratos algún grupo de chicos se acercaba a Soni y algún otro grupo se chicas y chicos se acercaba a T, pero T tenía solo vistas para su morenazo lo que hacía reír a Soni, y ella solo tenía ojos para cualquier surfista sexy que le hiciera caso se le acercara, a lo que T le hacía también gracia. Después de surfear, tomar el sol, ligar, reír y divertirse se fueron un chiringuito a comer algo sencillo, estuvieron hablando del trabajo, la vida, la playa, el pelirrojo de Soni y sus enamoramientos no correspondidos y de todo tipo de cosas, antes de quererlo el día se había acabado y cada uno volvió a su apartamento. Soni y Kim comieron algo sencillo, ambas estaban molidas en especial Kim, ella había dejado su neopreno en su Jeep y la tabla de surf con J, pero no tenía la fuerza suficiente para ir a buscarlo, ya que quería emplear sus fuerzas restantes en subir las escaleras sin matarse. Dio las buenas noches a Soni que parecía estar hablando por teléfono con su pelirrojo. Nada mas llegar arriba se desnudó, no le importo el vestirse, se tiro sobre su cama, se cubrió con su sabana y se quedó frita al instante.

Al día siguiente fue mas de lo mismo, madrugaron y con T y J, decidieron enseñarle la ciudad a Soni, la zona de los famosos, beberly hills, básicamente todas las zonas principalmente turísticas. Después de comer pasaron por una calle, llena de edificios medianamente grandes, y pararon delante de uno, aun con el coche en grande, en el edificio, en la parte superior podía verse en grande PSanders, al igual que también estaba sobre la puerta principal, a Soni le pareció increíblemente grande y cierto lo era, allí es donde trabajarían temporalmente. Dos horas después de enseñarle toda la zona a Soni para que supiera orientarse por si cualquier cosa tuviera que ir sola, fueron a merendar a una heladería, cuando estaban pidiendo, el teléfono de Kim empezó a sonar, lo agarró y vio el nombre de: CasaLA. Eran sus padres

- Pedidme un helado de vainilla- les dijo mientras se alejaba

Escuchó como sus tres amigos reían y la llamaban típica, sosa y anticuada, ella rió, le gustaba el típico helado de toda la vida, así que no le importó. Descolgó el teléfono

- Se me olvidó llamaros, lo siento
- No te preocupes cariño, estábamos seguros de que llegarías agotada y Jack ya me envió un mensaje- era su madre, tenía una dulce y cariñosa voz
- De verdad que lo siento
- Que no te preocupes, enserio, ademas estábamos seguros de que ayer pasarías el día a tu bola, siempre pasa, por eso esperé hasta hoy para llamarte
- Me conoces como si fueras mi propia madre- bromeó
- Pues buenos mal que no lo soy, estoy segura que serlo sería agotador- también bromeó- Bueno hija, se que nos vamos a ver mañana, pero sabes que tu padre actuará como un jefe mas que como un padre, pero seguirá siendo mas dulce porque eres su amada hija- Kim rió- así que si no tienes planes vente a cenar esta noche, hace mucho que no nos vemos y trae a esa compañera y amiga que as traído contigo también
- Por supuesto mama
- Te quiero hija, te paso a tu padre
- Vale - murmuró, aunque sabía que su madre ya no estaba al otro lado de la linea
- Hija- dijo en forma de saludo
- Gruñón- lo saludó ella, y sin que el hablara, Kim supo que el estaba sonriendo
- Espero que no faltes a la cena de tu madre, comenzó a prepararla hace ya rato
- ¿Y si me hubiera negado? - Nunca se negaría
- Sabe que no lo harías
- Tiene razón- rió- no me perdería la comida de mama por nada del mundo
- Pues nos vemos esta noche cariño
- Te quiero papa
- Besos

Y colgó, sonrió, quería verles, hacía tiempo que no les veía. Volteó y vio que J, T y Soni se acercaban, T con un helado de mas, extendió el brazo y se lo dio

- Gracias- murmuró y miró a Soni- Cena con mis padres esta noche



- GUAU- exclamó Soni nada mas traspasar la verja de la casa de los padres de kim
- Ya- coincidió ella, la casa de sus padres era impresionante
- ¿Y te has criado aquí?
- Solo pasaba los veranos
- No sabes cuanto que te envidio

Dejaron aparcado el Jeep de Kim a la puerta de la casa de sus padres, era una villa a las afueras de Los Angeles, de estilo Mediterráneo, la cual sus padres la tenían desde hacía mas de 20 años.

- De verdad no sabes lo mucho que te envidio

Kim rió, para ella aquello era normal, pero apreciaba mas las cosas pequeñas a las cosas grandes, no dependía nunca del dinero de sus padres, su casa en Madrid, su coche y todo lo que tuviera se lo había pagado ella con el dinero que había ganado con sus esfuerzos, pero sabía que si por cualquier cosa necesitaba dinero podía contar con sus padres.

- ¡Kimberly!

Kim al escuchar como la llamaban y sonrió al ver que era Meredith - también llamada Mer- la ama de llaves, a la que conocía desde que tiene memoria y era como una segunda madre para ella. Mer era una mujer de unos 60 años, con el pelo rubio con canas, que siempre llevaba recogido en moño alto, pocas arrugas, alta, con unas gafas que parecían culos de botella y ocultaba sus ojos grises, ya cansados por la edad. Kim corrió hacía ella con los brazos abiertos para abrazarla.

- Mer- murmuró cuando ya estaba en sus brazos
- Estás mas delgada hija
- Siempre me dices lo mismo, haya engordado o haya adelgazado Mer
- ¿Comes de todo, cierto?
- Si Mer- rió y la soltó- cada fin de semana hago alguna de tus recetas
- Me alegra que comas bien, querida- Mer dirigió la mirada a la compañera de Kim Soni- Y tu querida, ¿No vienes a abrazarme o que?

Soni rió, había escuchado hablar de la magnifica Mer antes de venir y era tal y como la imaginaba. Caminó hacía ella, la abrazó, se separó de ella y sonrió

- Soy Sonia- se presentó
- Lo se querida, los señores Sanders ya me informaron de que Kimberly vendría con una amiga y nuestra querida Kimberly nos hablo de ti
- Espero que nada malo- rió Soni
- Mejor que no lo sepas- bromeó Kim
- Nada malo, ahora por favor pasar, que la cena ya esta lista y preparada
- Mer, por favor dime que has hecho tu fabulosa lasaña
- Ya sabes que siempre que vienes la hago

Kim rió, adoraba la lasaña que hacía Mer y siempre que venía a LA quería comerla, y aunque tuviera su receta nunca le sabía como a ella, y como el dicho de "no hay mejor comida que la de una madre", para Kim era "no hay mejor comida como la de Mer y una madre", rió al pensarlo, ambas mujeres eran geniales en la cocina, pero como la pasta de su madre no había otra, pasaba lo mismo con la lasaña de Mer, no hay otra como esa.

Entraron por la puerta y Kim guió a Soni hacía el salón-comedor, mientras Mer se escabullía hacía las cocinas. Nada mas traspasar la entrada que daba al comedor, Kim sonrió, su madre estaba acabando de poner los vasos en la mesa. El pelo de su madre, un castaño oscuro, ondulado, estaba recogido en un moño, dejando algunos mechones sueltos, era igual de alta que la propia Kim, muy delgada, con un piel morena del sol de  LA y de la sangre andaluza que corría por sus venas, y con unos ojos verdes como los de ella. Estaba vestida con unos pantalones vaqueros negros, una camisa azul marina, unas manoletinas azules y un delantal blanco. Su padre, en cambio estaba sentado en el sofá, con un libro o una revista entre sus manos, llevaba al igual que su madre unos vaqueros y una camisa blanca sencilla, iba con zapatillas de ir por casa, con unas gafas para leer que tapaban levemente los ojos azules que tenía, y su pelo negro bastante revuelto, nada que ver con el aspecto que tenía para cuando iba a ir a trabajar.

Después de que Kim presentara a Soni a sus padres, comenzaron a hablar y cenar . En ningún momento mencionaron el proyecto que mañana le explicarían sus padres a Kim y a Soni, a ninguno le gustaba hablar de trabajo en una cena, era de mala educación. Cuando eran aproximadamente las 23.30h, Kim y Soni decidieron irse, al día siguiente al igual que Max y Rocío, los padres de Kim, madrugaban, pero Kim y Soni no tenían que estar en las oficinas hasta aproximadamente a las 10.00am, pero igualmente necesitaban descansar, por lo que después de unas despedidas, y de que Mer le diera a Soni 3 tupperware con lo que sobraba de lasaña para que se la llevara, se fueron a su piso, donde nada mas llegar decidieron ir a dormir, el día fue largo y para ambas dejarse llevar por morfeo era la mejor opción.

...

El despertador de Kim comenzó a sonar, era una gran molestia, pero el día era bastante importante por lo que se levanto a regañadientes por la habitación para dirigirse hacía su vestidor, pero antes decidió abrir sus mega cortinas que cubrían las paredes de cristal, ya que por las mañanas cuando la luz entraba podía dejarla ciega. No las abrió del todo, solo una leve ranura para que iluminara levemente la habitación. Miró su muñeca, eran las 8.00, aun tenía algo de tiempo, por lo que decidió tomarse las cosas con calma, para salir a las 9.30. Atravesó su vestidor y se metió en el baño. Se aseó, duchó, lavó el pelo, etc. Al acabar, embutida en su albornoz rojo salió del baño para pasar a su vestidor, agarró unos pantalones cortos, con unas medias de las que hacían las piernas mas morenas y abrigaban un poco, una camisa verde pistacho y unas botas marrones. Se vistió y volvió hacía el baño, se secó el pelo con el secador, dejándolo medianamente seco. Salió y agarró la chaqueta que iba a usar, el móvil y comenzó a bajar las escaleras de caracol, al llegar abajo, se encontró con Soni haciendo café. Soni estaba ya vestida, pero con el pelo mojado.

- Hasta que no tome el café no me siento persona- murmuró Soni mientras se servía una taza
- Buenos días- murmuró Kim, lanzando su chaqueta en el respaldo del sofá y acercándose a la nevera- ¿La leche, la tienes tu ?- preguntó al ver que no estaba en la nevera

Soni se sentó en una de las banquetas de la barra y señaló al brick de leche. Kim agarró una taza del armario, el cola cao de otro, se puso la leche en la taza, la metió en el microondas, agarró una cucharilla del cajón, apoyó los codos en la encimera, abrió el bote de cola cao, metió la cucharilla y luego se la metió en la boca. Adoraba el cola cao a palo seco.

- Eres como mi hijo- murmuro Soni mientras se cogía una magdalena
- No sabes la suerte que tiene tu hijo de disfrutar de unos de los mejores placeres de la vida- dijo mientras se metía otra cucharilla llena de cola cao en la boca y hacía un mmmm
- Yo ya tengo el mio- dijo Soni levantando la taza de café
- Eso no esta bueno, está mucho mejor el cola cao
- Lo que tu digas

Kim rió y se acabó de preparar su cola cao. Ella odiaba bastante el café, nunca le había gustado, y desde siempre había sido de cola cao, y estaba segura de que lo seguiría siendo. Al acabar de desayunar se acercó a su escritorio y miró el reloj de la pared, las 9.25.

- Tenemos que irnos
Agarró el bolso que tenía sobre su escritorio, tenía dentro sus llaves, el móvil que acababa de meterlo, su tablet, un cuaderno, su monedero y gafas de sol. Se acercó al sofá y agarró  su chaqueta, no hacía frío pero la hacía ver mas elegante.
- Lista- murmuró Soni apareciendo a su lado
Soni estaba vestida con unos pantalones largos, negros, campana de tela fina, tacones negros y una camisa blanca de manga corta.
- Pues vamos

Salieron del apartamento de kim y se dirigieron al garaje, se montaron el el Jeep y se dirigieron a las oficinas principales de PSanders, donde estaban los padres de Kim. Veinte minutos después llegaron y metieron el Jeep en el parking del edificio, aunque era para sus empleados, tenía el permiso para dejarlo en una de las dos plazas de sus padres, ambos sabían que aparcar por esa zona era casi imposible y si encontrabas un sitio rápidamente era para gritar "Aleluya".

Minutos después ambas ya se encontraban en recepción anunciando que tenían que ver a Max y Rocio Sanders, aunque les hicieron esperar en una sala de espera un rato. Poco después ya pudieron subir. Kim vio levemente a Jack y le saludó con la mano, el le dedicó una sonrisa. Al llegar a la ultima planta se encontraron con una gran sala con sofás y con 3 puertas, una el despacho de su padre, otra el despacho de su madre y otra una sala de conferencias. Ambas se dirigieron a esta ultima, nada mas entrar se encontraron con los padres de Kim y con otro hombre, que ninguna de las dos conocía de nada.

- Buenos días- saludaron Kim y Soni a la vez
- Buenos días- saludó el hombre desconocido, mientras Max y Rocío les dirigían una sonrisa, se dirigió a ellos- ¿Son estas señoritas las que llevarán a cabo el proyecto?
- Así es- respondió Max y miró a Kim- Déjeme presentárselas, ella es Kimberly Sanders, mi hija y una de las mejores en nuestra sucursal española, y ella- miró a Soni- es Sonia Vazquez - miró de nuevo a Kim- El es el que nos a contratado, es Jackson Meyer, el dueño de una de las discográficas mas famosas del país.
- Un placer señor- murmuró Kim mientras le estrechaba la mano y se sentaba en una de las muchas sillas de la mesa, y Soni hacía lo mismo- Y bueno, ¿Cual es el proyecto?

Kim y Soni escucharon con atención, el proyecto era bastante grande, un festival musica que duraría 5 días, y tendría la colaboración con otras discográficas y empresas musicales de Estados Unidos, en el cual también participarían grupos musicales famosos, compositores, y también participaban algunos de otros países. Aunque los que llevaban el proyecto principalmente eran 5 personas, tres eran dueños de discográficas, y los otros 2, dos compositores, uno era conocido mundialmente y otro era uno que le gustaba el anonimato para el mundo, pero que entre todos ellos se conocían. El señor Meyer les contó que les gustaría que se hiciera a principios de septiembre, dentro de cinco meses, estaban a principios de mayo, por lo que tendrían el tiempo justo, pero Kim y Soni ya habían tenido proyectos con tiempo reducido por lo que sabía que podían hacerlo

- Bueno, señorita Sanders- El señor Meyer miró a kim- Necesito que se reúna con el resto de colaboradores principales del proyecto, para que acabáramos con las principales ideas
- Por supuesto- contestó ella- ¿Cuando sería?
- Tendría que ser mañana por la tarde, en Boston
- ¿Boston?- no pudo ocultar la sorpresa, acababa de llegar a LA hace 3 días y no le hacía ninguna gracia volver a irse
- ¿Le causa algún problema?
- No, por supuesto que no, pero me preguntaba que si se hace aquí, como es que no se hace la reunión en LA
- Porque actualmente los otros colaboradores se encuentran en esa ciudad, aunque para las siguientes reuniones vendrán aquí
- Bueno, en ese caso tendré que volar mañana para Boston
- Así es- coincidió el señor Meyer- Yo no podré asistir, por eso aparecí aquí hoy

Minutos después acabó la reunión, Kim miró su reloj, eran las 13.30, ¡estuvo tres horas y media allí dentro! se sorprendió, no se había dado cuenta de que había pasado tanto rato. Se había pasado todo el rato escuchando y cogiendo notas, y hablando con Soni sobre la idea del proyecto, a Soni le entusiasmaba, y a Kim también, aunque solo había estado en un Festival Musical, de dos días en Ibiza algunos años atrás. Y ahora al recordarlo le venían ideas, estaban cerca de la playa y como se haría a principios de septiembre y aun haría calor, sería una gran idea hacerlo en algún lugar cerca de la playa.

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